hombresgeando

Esta mañana me he despertado pronto para mis estándares marmota y -no me preguntéis por qué- con el tarareo mental de una canción de Hombres G en bucle. No teniendo mejor cosa que hacer me he enchufado su discografía y a bailar como si no hubiera mañana. Así mola ser sábado.

Entre el té, las tostadas y los bailes en pijama he recordado que fue precisamente de Hombres G el primer disco (LP) que compré por propia iniciativa en mi vida. Tenía 11 años y estaba con mis padres y unos tíos y primos de fin de semana en Toledo. Aún lo tengo, claro, rallado en algún tema, como tiene que ser.

11 años, tenía. No ha llovido ni desde entonces y siempre el tronco de árbol a hombros del titán. Permitidme esta intromisión poética que no he podido evitar, hoy tengo el lirismo a tope, se ve. Venía a decir que compré el disco hace casi 40 años y aquí seguimos ellos y yo con nuestra relación musical intermitente viento en popa a toda vela. Que me siguen haciendo bailar y sentir que sigue siendo posible que nos pasen cosas buenas.

Y hasta aquí por hoy. Voy a seguir bailando.

Lo del titán es un verso de Caupolicán, un poema precioso y épico de Rubén Darío que no sé por qué misterios del cerebro me ha venido a la cabeza en este preciso momento.

Mañana más.

L.
 

Comentarios

Molando voy

Las buenas acciones y sus consecuencias

hablar

frases de pared