NYC ya, por favor

Sé que soy muy afortunada blablablá, que os encantan mis paseos por el campo y que no veis el momento de poder venir a la sierra. Como todos penamos por lo que no tenemos, lo que yo echo de menos es el asfalto y el hormigón. A partes iguales. Estoy deseando meterme en Nueva York, pasear enmascarillada entre gente. Montones de gente. Marabuntas de gente. 

Los paseos por el campo son maravilla, bucólicos, poéticos, tranquilos, supersanos. Ese aire, esos olores, los colores, los animales, los trinos de los pajarillos, los cencerros de las vacas, las flores, la primavera en todo su esplendor, el agua por todas partes y yo lo aprecio, y lo paseo cada día pero OSTRAS lo que echo de menos una buena ciudad y -también os lo digo- un buen paseo por la orilla de mar.

Una buena ciudad y el mar. Justo lo contrario a lo que tengo. Así somos, lampones de lo que nos falta. Y ojo, que yo aprecio todo esto, eh, no me vayáis a malinterpretar, pero me falta mucho lo otro. 

Que el campo es divino, pero no puedo más. Qué hartura de verde. Salgo de casa cada día
al paseo comunal con la seguridad de que me voy a cruzar con cuatro personas, si llegan, y siempre las mismas. De vez en cuando me encuentro con otras y casi prefiero no, que lo mío con la algarabía del reencuentro me dio mucha vergüencita el otro día. El camino que hace unos días me parecía imposible lo resuelvo ahora en un pispás. Estoy descubriendo nuevos senderos, nuevas vistas, nuevos bichos, nuevas tonalidades. Todo muy bonito, pero basta. 

Quiero rock&roll. Quiero barullo. Quiero movimiento. Gente desconocida. Gente más allá de mis cuatro de cada día, perfectamente alineados entre nosotros a distancias que superan los diez metros de campo infinito. Quiero viajar. Quiero viajar lo que más. Echo de menos Italia y Estados Unidos. Quiero coger un avión (a pesar del miedaco que me da) y plantarme en cualquier sitio (con calles de asfalto, por favor, no me vayáis a colocar en Chamonix que es divino, pero no lo que necesito ruait nao). 

Y quiero bañarme en el mar.


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