coser y cantar

Ya venía contando que en los últimos meses tengo disparada la creatividad. Estoy enganchada a mi máquina de coser y a las tiendas de telas. 

Resulta que he descubierto un mundo de colores, pero de colores de verdad y me paso los ratos tontos juntando telas. Me resulta divertidísimo y -ya adelanto- CERO relajante. Escucho a gente decir que es terapéutico, que es como meditar y ¿qué os cuento? para mí, aún siendo meravella, es cansado y bastante estresante muchas veces. Hay bolsas que se me han atascado infinito y que he terminado porque soy máster del universo en tozudez, no por ganas (ganas tenía, pero de hacer jirones el proyecto y tirarlo por la ventana). También puede ser un entrenamiento en paciencia, de la que yo debo acumular poca, quién sabe. 

De hacer estas cosas me gusta:

  • imaginarlo
  • comprar telas, aunque aquí tengo que ir con lista y cuidado porque una tienda de telas es el paraíso. No he salido nunca sin más cosas de las que tenía previsto comprar. Me gusta todo. O casi todo. Y a todo le encuentro un punto uno (imaginarlo) divino.
  • cuando la máquina va como un tiro, eso -amigos- es alegría pura
  • el resultado
De hacer estas cosas me estresa:
  • cortar (tiene que ser todo tan preciso que agota)
  • que la máquina se atasque. Compré por internet unos hilos de colores maravillosos pero bastante malos de calidad (sí, estoy aprendiendo de calidades de hilo) y cuando los uso a la máquina no le mola y tacatá, se atasca invariablemente y hay que parar y desatascar y es rollo. Hilos baratos no. Ahí una recomendación top. 
  • hacer las cosas mal. Terminar de coser algo y darme cuenta de que está al revés. Ohhhh eso es el mal.
En cualquier caso, y a pesar de los estreses, esta nueva afición es bien molona. Tengo tanto montón de cosas que estoy pensando muy fuerte en darles salida económica. A ver si amplío la producción y me hago mercader y voy de pueblo en pueblo con mis bolsas, estuches, neceseres, cojines y yoquesés. O casi mejor tienda online (a la vejez viruelas, pero no tanto, ¿no?). También os digo que ahora veo mis primeras producciones, que en su momento me parecían maravilla, y son meh. Igual que lo serán las que estoy haciendo ahora cuando las vea dentro de dos meses. Con esto quiero decir que lo mismo me queda un camino antes de hacerme el cuento de la lechera. Camino y constancia. Que también soy muy de arrebatos.

En fin, lo que venía a contar hoy es esta nueva afición que tengo, que me encantísima y a la que espero encontrar un hueco con permanencia entre todas las otras cosas que hago y que me encantísiman también. Otra loca vanidad que añadir al montón.

Comentarios

Molando voy

Las buenas acciones y sus consecuencias

hablar

frases de pared