colorinchis

Creo que, aunque he cogido el runrún instagramero, lo de contar por aquí las fotos ha sido uno de esos tiros por la culata que ni blanco ni negro ni na de na. Nonainoná. Hoy he puesto esta que veis por aquí y nada que contar. Que ole con ole con los días de colores. 

Esta semana puse también otra que me gusta mucho. Estuve hace unos días con mis hijos en el Thyssen y tuve la ideísima de posar colgada al móvil junto al cuadro de Richard Estes Cabinas telefónicas. Me flipa verlo y OSTRAS cabinas telefónicas. Qué mezcla de lástima y aplauso me produce esta revolución tecnológica en la que flotamos. Ahí estamos, las cabinas y yo en pleno contrapunto de modernidad.

Esta ha sido una semana de comienzos y vaivenes y ahora estoy tranquilita y bien, escuchando Round midnight mientras os lanzo esta sopa de letras. Con un poco de suerte (y fuerza de voluntad para mover mis muchostantos kilos de persona) este fin de semana me daré un paseíto por la playa. La verdad es que si no me vence el cansancio acumulado -yo soy muy de dejarme vencer- este fin de semana tengo planes para (i) comprar algunas ropas que necesito para malaguear, (ii) ver, rever y enamorarme de la expo de mi adoradísimo Mikel Barceló y (iii) playa.

Así os lo cuento y espero con todas mis fuerzas poder venir el lunes a deciros que planes 1 - Lucíacansada 0 y que el primer fin de semana en Málaga ha sido ORO PURO y que estoy deseando repetir. Eso sería divino, porque como me lo pase tirada en la cama leyendo no me voy a sentir nada reina de los mares y voy a empezar la semana tan arrastrada que llamadme sloth. 

Así os lo cuento.

Y ya pueden seguir circulando, que de momento por aquí no hay na más que ver.

L.