el misterio de los calcetines y otras nimiedades

Me vais a decir que lo de los calcetines nos pasa a todos Y tenéis razón. ¿A quién no le ha desaparecido alguna vez alguno? Es lo típico que dejas dos en el cesto de la ropa sucia y al final del proceso sólo tienes uno en el cajón. Sin embargo, mi misterio es mucho más misterioso. Millones de misterioso. Misteriosísimo. 

Mis calcetines se reproducen. 

Me di cuenta hace unos días, guardando la ropa. Fui a colocar unos cuantos pares y os-tras, no me cabían en el cajón. Y ahí me quedé pensando ¿desde cuándo tengo yo toda esta cantidad de calcetines?

No soy nada consciente de haber comprado calcetines últimamente. De hecho, soy bastante anticompritas. Total, que no tengo respuesta. Claro que tampoco es que me inquiete demasiado la cuestión. Sólo que me hizo gracia que mis calcetines vayan tan contra corriente.

Las otras nimiedades son un par de libros (de verdad, a veces cuántas ganas de acabarlos de lo poco que me gustan), un montón estupendo de canciones, fines de semana llenos de trabajo que se van encadenando con sus correspondientes semanas (éste que viene llega con un concierto de piano bajo un brazo y con un domingo llenito de libros bajo el otro) y un dolor de garganta formidable.

Compagino todo esto con -vale, no me voy a entusiasmar con lo de correr por si no dura, pero podría ponerlo también- ratitos de voluntariado, toneladas de yoga y ser mamá.

Puede parecer aburrido, pero -entre nosotros- ni para aburrirme tengo tiempo. Y ahora vuelvo al trabajo. Luego, más tarde, por la noche, dedicaré un ratito a celebrar este día del libro. Con un poco de suerte, acabo el bodrio actual y empiezo algún otro más inspirador.

Comentarios

Molando voy

Las buenas acciones y sus consecuencias

hablar

frases de pared