arde la calle

Que los despertares multihorror con los que inicio el periodo postvacacional me catapulten sin más al cráter de un volcán ayuda cero a mi incorporación al planeta de los adultos.

La brisita del mar es del mar porque en el campo no existe. En el campo no existe el aire, de hecho. Aquí, estamos racionando el oxígeno. Nos movemos poco, sobre todo en las lentas horas que pasan desde que llego a casa hasta que empieza a anochecer. 

Mi cuerpo -sabio- pierde el conocimiento justo después del gazpacho, para recuperarlo ya entrada la tarde, que sigue siendo irrespirable.

Estas tardes eternas. Y sus noches insomnes.

Para colmo de terrores, me ocurre eso tan exótico de sudar porque sí. Vivo intentando que ninguna parte de mi cuerpo roce otra. Vivo de mal humor. No me gusta esta lentitud agotadora y tropical.

Lo mismo me gustaría si no tuviera que jugar a ser mayor. Si me levantara desayunoypisci y no vestiditoyreunión. Si pudiera pasarme el día descalza. Si me hicieran la comidita y me lavaran la ropita y me llevaran a la feria y me compraran un helado y yo pudiera evaporarme a la escalera de atrás, la que está en sombra, con un libro y una manzana y qué calor, me voy a dar una baño y ahora vuelvo mojadita y refresquita a seguir con el libro a la sombra del laurel. 

Como decía aquélla, yo es que soy más de otoño. No quiero dejarme llevar por la felicidad de imaginar la primera tormenta. Prefiero pasar por lo que queda de verano al estilo tauro, mirando al suelo y caminando sin desfallecer.

Por lo demás, bien. Como siempre. Poniendo en marcha nuevos proyectos laborales y organizando los DIY de la próxima temporada. La verdad es que cuando me recupero me cunden bastante las mañanas y las noches. 

Eso sí.

Las tardes me fulminan.

  

Comentarios

Vicen ha dicho que…
¿Como no te van a fulminar las tardes con tan poca proteina? Oye lo tuyo con el gazpacho, es preocupante. Te veo haciendo una "Oda al gazpacho".
Sopa vegetal y fría
que alumbras mis días,dando
al crepúsculo alegrías
y ahuyentas, de noche, el llanto.
Me estremecen los pepinos,
me excita mucho el tomate
¡ pero envidio a mis vecinos
cuando comen chocolate!.
Gazpacho de mis amores
eres mi vida y sustento
pero sueño, entre estertores,
con churrasco,no te miento.
Lucía. ha dicho que…
Fresquito gazpacho he hecho
para un ejército entero
y ahora: o me lo como
o en el frigo lo fermento.

Y en estas cosas me ando,
comiendo un gazpacho eterno,
lo cual no quiere decir
que no tome otro alimento.

Chocolate no me falta,
como es de imaginar.
Del churrasco no me hables
porque eso sí que es muy puaj.

Más bien el calor fulmina
a este espíritu que tengo.
Este calor que me tumba
con gazpacho o berberecho.

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