Mi más sincera reivindicación

Ayer C&M salieron del cole sin regalo para el padre, cosa que no me hubiera afectado especialmente de no haber recibido una carta del centro en la que avisan de que este año ni día del padre ni día de la madre, que mejor semana de la familia (que han hecho coincidir con mi cumpleaños, eso sí, qué detalle).

Estoy desolada, la verdad. Me obligan a renunciar al collar de macarrones. ¿Por qué? Cenas por aquí, baños por allá, enfermedades varias, enfados, pierden mis cosas, rompen las suyas, se pelean, pues no pienso ponerme esa falda, quieroungormiti quieroungormiti quieroungormiti, no-metas-el-pie-en-el-charco-por-qué-demonios-lo-has-metido, te llamamos del cole C se ha abierto la cabeza, pero está bien, la llevan a la paz.

Dos cosas por las que tener hijos: el momento en el que caen rendidos en la cama y el regalo del día de la madre.

¿Es necesario, de verdad es necesario que me lo quiten?

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