las convenciones sociales
Deben ser necesarias en un punto que yo no alcanzo a entender. Necesarias para nuestra convivencia, quiero decir, porque para nosotros -como individuos- no pueden ser más nefastas.
Nos hacen vivir mintiendo, escondiéndonos, haciendo trucos de magia para pasar desapercibidos. Demonios, yo no quiero disimular. Si estoy mal... debería poder estar mal y si no puedo ser más feliz también debería tener la libertad de expresarlo.
Pues no. Si estoy mal tengo que poner buena cara y ya llegaré a casa (también está la opción urgente de encerrarme en cualquier baño) y si estoy bien tengo que poner mala cara y cuando llegue a casa ya veré si no se me han pasado las ganas de dar saltitos de alegría.
¿En qué momento decidimos que era mejor vivir como ovejas? Renunciamos a nuestros instintos por algo tan poco relevante (al menos en mi caso, que puede que ahí esté la respuesta) como lo que pensará el de al lado -al que, entre nosotros, ni conocemos y al que, entre nosotros, es probable que un día dejemos de ver para siempre jamás.
O sea, que dejamos de hacer cosas que nos emocionarían porque ese efímero de al lado puede pensar que somos malos malísimos y hacemos cosas que nos importan una cacadevaca porque ese efímero de al lado internamente nos va a aplaudir.
Pues a la mierda con el efímero de al lado.
Que yo quiero vivir.
… iba a dejarlo aquí cuando me ha asaltado una duda tremenda.
¿Y si no vivimos en función de lo que piensen los demás sino en función de lo que queremos que los demás piensen de nuestras vidas?
Entonces vivimos en un mundo de apariencias, en el que nunca nada es lo que parece. Nos engañamos a nosotros mismos. ¿Puede haber algo peor que engañarse a uno mismo? Vivimos dobles vidas y somos espectadores de miles de dobles vidas. En este caso... ¿en qué momento decidimos que era mejor vivir de rodillas?
Comentarios
Lo son, pero creo que podemos introducir pequeños cambios en nuestra manera de pensar y de actuar que nos permitan ser como somos cuando nadie está mirando.
No debería ser tan difícil.