Ay
Vuelvo a muchas cosas con periodicidad de reloj de arena. Una de ellas es I'm your man, un fantástico -repito, fantástico- disco (no sé evitar el arcaicismo) de Leonard Cohen. Lo cuento porque llevo unos días -será febrero- enganchada de nuevo a ain't no cure for love.
Será la mantequilla, será la mermelada...
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