as promised

El fondo tan fucsia no permite apreciar la delicadeza de mi bailarina, pero que es delicada lo aseguro.

Delicada a pesar de estar hecha con materiales que nunca diríais que lo son. Las piernecitas son alicates de taller, el cuerpo un portasellos de oficina y el tutú una funda de chirimoya de frutería.

Como todos los días pasan cosas buenas, uno de los de la semana pasada la bailarina -parte de reclassement, la última expo que he organizado- llegó a mi casa envuelta en papel burbuja.
 
Una de las cosas que más me gusta de mi vida actual es la posibilidad de pasear por el bosque de la creación. Un bosque encantado, en el que sus habitantes se dedican a idear y a crear. Y no sólo me refiero a artistas plásticos. Los hay que crean juegos cibernéticos, los que usan las palabras para crear. Los que crean con los ojos y una cámara. Los que crean con su expresión. Los que lo hacen a través de la música.

La verdad es que soy afortunada. Tengo que acordarme de cosas como ésta cuando acechen los supervillanos, que son los malos malísimos. Si se enteraran de esto del bosque (lo de la creatividad les importa tirando a nada), seguro que lo arrasarían con sus botas aplastasonrisas. 

Pero fus fus. Que hoy no me apetecen. Sólo quería compartir con todos los que leeis mis cosillas esta esculturita que tengo nueva en casa y que me hace feliz.

Compartirla y desearos, claro, un gran fin de semana.

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