tralará
Hoy vengo a contar el hilo de mis pensamientos al salir de mi primer examen de Historia del Arte. No voy a decir que me he quedado en blanco porque no y a estas alturas de la vida y de los infinitos libros leídos desde los 15 no me faltan palabras para explicar el arte egipcio o el mesopotámico. No me he quedado en blanco de contenido, me he quedado en blanco nuclear de no saber escribir en un espacio determinado . Ostras. Qué tensión. Ya no estoy acostumbrada a estructurar, a resumir, a desarrollar ideas en un folio sin borrarlas para cambiarlas por otras mejores. Paralizada. Así me he quedado. Sin saber cómo empezar, cómo desarrollar las ideas de forma coherente, cómo arreglar los olvidos, cómo aprovechar el espacio y hacerlo sin tachar. Ese momento ansiedad en el que he escrito una mala frase y ay, madre, que ahí se ha quedado. Describe esta foto en veinte líneas. ¿Cuánto abarcan veinte líneas? ¿Medio folio? ¿Cuántas llevo? ¿Me cabrá la conclusión? ¿Me sobran? ¿Cuántas...