irene
Las tardes lentas de verano son fenomenales para dar vueltas por internet. En la de hoy he llegado -no me preguntéis cómo- a la noticia de la muerte temprana de una mujer a la que no tuve el gusto de conocer en vida ni de oídas. La noticia me ha impactado porque la mujer murió a las cuarenta a causa de un derrame cerebral. Podéis imaginar el espanto por la cercanía de edades. He empezado a deambular por páginas y fotos y de repente, vaya, he llegado al blog que escribía, y me he quedado. Y así he pasado la tarde, entre las reflexiones lúcidas de una mujer que debió ser especial y mis propias reflexiones sobre lo que me rodea. Sobre lo que leo, lo que siento, lo que vivo, lo que hago. Y todas las barreras que me pongo para contarlo. O toda la incapacidad de profundizar en este espacio sobre todas esas cosas.