it's my party
Ha ocurrido algo extraordinario. He recibido un comentario ofensivo a una entrada del blog. Mi blog es muy de andar por casa en lo que respecta a vosotros, lectores. Básicamente familiares y amigos. Aunque me consta que también me leéis algunos despistados que pasabais por aquí. Hasta el momento siempre he publicado todos los (escasos) comentarios que habéis hecho, críticos o no, supongo que porque me gustaría que el blog llegara a ser algo más participativo que yo contando lo que soy. Y zasca, ayer recibo una sarta de improperios e insultos de un anónimo indignado por lo de los tacones. No se trata de un comentario crítico argumentado y respetuoso, sino de un conglomerado de rabia, bilis y espumarajos que sale de la boca.