vale
La entrada anterior es una extravagancia rosa pastel, motivada seguramente por tantos días de nada y la ternura de la lluvia. De vuelta en el planeta de la normalidad, la semana va bien. He tenido la suerte de unos días de vacaciones no interrumpidos por las intrigas políticas -desfachateces, más bien- mil veces repetidas en un pueblecito de la sierra acostumbrado a caciques de medio pelo. Pero mis dedos están cortados, que es como decir que mis labios están sellados en este mundo de las escribiditas digitales. Así que a otra cosa, mariposa.