gato
Mi calle es el país de los gatos callejeros y yo, que soy tan chuli, he metido en casa a miau, un gatito monísimo y burgués, que dé un toque de distinción al barrio. Vale. Lo de la clase media se me ha ocurrido esta noche de no dormir -ahora lo cuento- que la verdad de la buena es que miau llegó porque yo siempre quise tener un gato y en esta nueva vida que luzco con tan poca gracia -por fin- cabía. Miau es pequeño y de momento nos estamos amoldando todos a la nueva situación. Es guapo. Es cariñoso, suave, un auténtico trasto, un maullador muy pesado que me persigue constantemente. Cuando le cojo le gusta y entre nosotros, creo que me quiere. Gato es una gran compañía en los enoooormes momentos de estar sola, una bolita que ahí está ...mirándome cuando abro la puerta.