las segundas veces

Ay, esas segundas veces. Qué baños de realidad. Qué duchazas de agua fría. Qué confiar en que nos lo sabemos todo para darnos cuenta de que pssss a lo mejor no estamos tan preparadoslistosya.

Y os hablo de esta batería de exámenes a los que me enfrento después de varias vidas. Iba a poner que quién me iba a decir que acabaría volviendo a la universidad, pero no me engaño. Yo lo tenía clarísimo. Solo tenía que llegar el momento adecuado. Que ha llegado. Y aquí estoy, disfrutando de lo que siempre me gustó, aunque agobiada a niveles siderales por lo de los exámenes. 

Y menos mal que me dan igual y que he venido a disfrutar, que si me lo llego a tomar en serio me da un algo.

Por lo demás, encantada de haber dado el paso y de estar dedicando(me) tiempo a algo que me entusiasma desde que tengo uso de razón.

Hoy he hablado con un compañero del cole, de esos que me conocieron a los 10 y hablando de todo un poco ha salido esto de los exámenes (vamos, que estoy en modo monotema, se ve) y me ha dicho ¿me lo estás contando en serio? ¡con lo que a ti te gustaba! Y he pensado jo, es que es verdad. Es que tenía que ser.

Y aquí estoy, flipando con las segundas veces.

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