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Mostrando entradas de junio, 2019

qué guay

Ayer fui a bailar a Rafa Pons. Si no sabéis quién es ya estáis buscándole en Spotify. Le sigo desde hace varios años y cada día me gusta más. Me gusta él, me gusta lo que escribe, me gusta cómo canta y me encanta lo bien que se lo pasa haciéndolo. La música en directo es magia y cuando ves a alguien que te mola -yo qué sé- los problemas desparecen durante un rato. Y sales sudando y cantando y con una sonrisa sideral.  Y esta no, que no es mi preferida, como todas, mola mil. https://youtu.be/LnqWFJWk1-4 L.

pequeños horrores cotidianos

Tranquilos todos. Voy limando aristas. De hecho, soy master del universo de lima de aristas. Aún así, mi regreso al mundo civil continúa regalándome pequeños horrores cotidianos, como la calle Núñez de Balboa, que atravieso con absoluta desesperación cada mañana en minutos que parecen horas, dando encima gracias al cielo por haber encontrado este atajo que me ahorra la locura de Serrano. Y es que voy bien, voy divinamente, como Luis Escobar, hasta ese enfilar la calle con sus pasos de peatones, sus innumerables cesiones de paso, sus semáforos, un stop, algunos baches, varios aparcamientos, un hotel con -a veces- autobús medio en la acera, zonas de obras, empleados municipales regando jardineras, los que intentan aparcar, los que salen marcha atrás, los que nos saben a dónde van, los de las bicicletas, los de las motos, los que cargan y descargan, los que tiran del perrito porque se ha quedao parado en medio de la calzada. La travesía mañanera por Núñez de Balboa me quita años

pero como no todo iba a ser regu

os cuento que me he colado en un club de lectura y estoy muy contentísima por tener la posibilidad de reunirme con las chicas una vez al mes para hablar de un libro y lo que surja. De momento los tres  que he leído me han encantado: La trenza , de Laetitia Colombani, Matar a un ruiseñor , de Harper Lee y 84 Charing cross Rd , de Helene Hanff. Ahora tengo que empezar Kokoro , de Natsume Soseki, pero creo que voy a esperar al fin de semana, porque tengo a medias Una educación , entre otras cosas, y vísteme despacio que tengo prisa o el que mucho abarca poco aprieta (¿esto existe?). De los tres libros que he leído (hay un cuarto que tengo en la pila de pendientes porque me incorporé al club un mes tarde, pero lo quiero leer) el más maravillosísimo SIN DUDARLO ni un segundo es Matar a un ruiseñor . Leedlo. De verdad. Leedlo porque es un libro espectacular. Es el típico "ya he visto la película" (a la sazón el peliculón) pero merece la pena leerlo aunque nos sepamos la pel

la vida

Adelanto que vengo de una semana de mierda sideral. Si no estáis dispuestos a leer mal humor ya podéis ir cambiando de historia. Acabo de cambiar de trabajo y el cambio de trabajo ha supuesto todo un tsunami en mi vida. Puedo decir que ha cambiado todas mis estructuras vitales y que ahora ando de voltereta en voltereta. Además de los cambios y de las volteretas y los atascazos a todas horas me siento totalmente frustrada porque siento que estoy haciendo algo que no quiero hacer. Yo quiero hacer otra cosa y he elegido esta opción por miedo a que lo otro me salga mal porque -entre nosotros- no puedo arriesgarme a no tener ingresos. Lo que viene a ser el sentido común frente a los sueños. Lo típico. Supongo que mi actitud está siendo bastante gris y ya sabemos que el gris solo trae tormentas y cada día es gris y las semanas se me hacen eternas y espero con desesperación que me cambie el chip y poder empezar a disfrutar de esta nueva etapa que, por otra parte, no está nada mal