la vida

Adelanto que vengo de una semana de mierda sideral. Si no estáis dispuestos a leer mal humor ya podéis ir cambiando de historia.

Acabo de cambiar de trabajo y el cambio de trabajo ha supuesto todo un tsunami en mi vida. Puedo decir que ha cambiado todas mis estructuras vitales y que ahora ando de voltereta en voltereta.

Además de los cambios y de las volteretas y los atascazos a todas horas me siento totalmente frustrada porque siento que estoy haciendo algo que no quiero hacer. Yo quiero hacer otra cosa y he elegido esta opción por miedo a que lo otro me salga mal porque -entre nosotros- no puedo arriesgarme a no tener ingresos. Lo que viene a ser el sentido común frente a los sueños. Lo típico.

Supongo que mi actitud está siendo bastante gris y ya sabemos que el gris solo trae tormentas y cada día es gris y las semanas se me hacen eternas y espero con desesperación que me cambie el chip y poder empezar a disfrutar de esta nueva etapa que, por otra parte, no está nada mal o no lo hubiera estado si no hubiera fantaseado con otras alternativas mucho más acordes conmigo misma.

Y sintiéndome remal como me siento yo esperaba un poco de comprensión, cariño y apoyo y ostras, resulta que nein. Y cuando ocurren estas cosas de sentir que das y das pero cuando se trata de recibir te devuelven un mojón se te (me) queda cara de muy tonta, de muy tontísima. Y qué ganas de llorar, oyes, o de irme a vivir a otro planeta y olvidarme de esta vida de mierda.

Qué ascazo sentirse así de sola y de insignificante, pero qué ascazo. Estoy tan cabreada que me he comprado un cuaderno y he escrito en la primera página

Mi lista de imbéciles

Que no sirve de nada, pero por lo menos me entretengo rellenándola, que la vida que estoy dejando me ha regalado un buen ramillete de imbéciles, pero esa es otra historia. Por cierto, el día que me ponga a contar el pueblo soberano este en el que he trabajado los últimos diez años no va a quedar títere con cabeza. Tengo para todos. I sware.

En fin, lo que me gustaría dejarlo todo y evaporarme de este pueblo y de esta vida. Y lo piensas y es tan fácil como decir alehop, pero a la hora de la verdad cuántas cosas nos retienen. Y cuántas cosas que creemos que nos llenan de significado en realidad no significan nada. 

Pues en estas bajezas ando. Intentando sobrellevar el mal humor como puedo y con libros. Viviendo otras vidas y otras miserias, la verdad.

Y mañana lunes otra vez. 

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