crónicas de Pearland I - Houston

Definitivamente no recomendaría Houston como destino turístico americano. Ahora bien, si tenéis la ocasión de pasar una buena temporada en Estados Unidos, es una nada desdeñable opción.

Para turisteo es una ciudad complicada. De hecho, no es una ciudad como tal sino varios centros o distritos separados entre sí con la distancia suficiente como para tardar en llegar de uno a otro media horilla más o menos (en coche, of course).

O sea, que nada de salir de un hotel con las manos en los bolsillos y pasear y descubrir y seguir paseando y paradita para comer. Sin coche, en Houston, estás abocado al estancamiento más absoluto.

Sin embargo es una ciudad que ofrece un montón de alternativas rechulas si estás un tiempo y tienes medio de transporte. Además de visitar el centro financiero (que sorprende por su ciudad subterránea) y el parque de las casas de época -todo muy solitario en la superficie y dinámico bajo tierra- estuvimos en el distrito de los museos, en el universitario y en la zona deportiva. Así que me acuerde, visitamos el museo de historia natural, el del niño, el acuario, el memorial park y el zoo. También fuimos a un partido de los Houston Rockets que -así, entre nosotros- menudo espectáculo la NBA.

La entrada a los museos es bastante cara, pero se pueden obtener pases familiares, anuales, generales para todos los museos... En fin, hay opciones que abaratan costes. También suele haber periodos en los que la entrada es gratuita (creo que en el de historia natural, por ejemplo, entrar era gratis los jueves a partir de las tres. Quien dice jueves dice martes).

Además de estas actividades, uno no puede irse de Houston sin, por supuesto, ir a la NASA y a Brazos bend y -esto ya es cosa muy mía- sin ir a pasear por el golfo de México.

Lo de la playa merece la pena primero por conocer otros mares y otra forma de gestión de las costas (esto último es deformación jurídica de interés cero si no eres yo) y segundo porque según te vas acercando al sur el paisaje se va transformando en un sinfín de instalaciones petrolíferas que de verdad merece la pena ver. No por bonito (todo muy gris y terriblemente industrial), sino porque es algo no habitual. A mí me llamó mucho la atención, desde luego, y me alegro de haber tenido la ocasión de ver el camino a Surfside Beach.

La NASA está también bastante lejos del centro ¿qué centro? de Houston. Me gustó la visita, pero se me hizo un poquito larga. El complejo es taaaan grande que hay que desplazarse en trenecitos y (cosas de la navidad) todo estaba atiborrado de gente. Según me dijeron, fuera de periodos vacacionales la visita es muchísimo más agradable y no tan, tan, tan larga. Al lado (ya sabéis, en media hora en coche) de la NASA hay un lugar que se llama Kemah. Es el típico parque de atracciones pequeñito al lado del mar que vemos en las pelis con su Bubba gump y el banco con la caja de bombones para que te hagas la foto Forrest. Es muy bonito de ver. Si vais a la NASA, es un must.

Brazos bend es un parque estatal, lo que para nosotros Ordesa, pero con cocodrilos en vez de jabalís, eso sí. Que no digo que sea mejor ni peor, solo diferente. Y nada habitual para nosotros. Además de los cocodrilos, de Brazos bend me quedo con los paisajes y los árboles. Nunca había estado en una zona tan pantanosa y las formas de los árboles... un lugar tremendamente mágico (me parecía mucho estar en el Sleepy Hollow de Tim Burton). El parque toma el nombre del Brazos river o río de los brazos de Dios, como lo llamaron los primeros españoles que llegaron allí, y por la cercanía con el mar supongo que si el parque no es "marismeño", le queda poco. Vamos, que estamos casi casi (pero aún no) en la desembocadura. En Houston el porcentaje de humedad es del 100% y en el paseo por este parque se nota rebien. ¡Qué calor! y cuánta cuantísima humedad.

Otro must turístico de Houston es San Jacinto. Seguro que habéis visto la peli El álamo y sabéis que hubo un conflicto entre México y Texas allá por el siglo XIX. En el álamo murieron  a manos de los mexicanos -después de largo un asedio- todos los colonos estadounidenses (secesionistas texanos) que se encontraban en el "fuerte". Bueno, todos menos 2 (una mujer y un esclavo), pero esto no viene al caso... Esta masacre generó en los texanos y también en los estadounidenses un fuerte sentimiento de unión frente a los mexicanos y fueron muchos los que se unieron al ejército con el objeto de derrotar al ejército mexicano y lograr la ansiada secesión de Texas (hasta entonces provincia de México). Pues bien, el momento de la venganza llegó y lo hizo en San Jacinto al grito de Remember the Alamo. Bajo el mando de Sam Houston terminó la guerra de Texas con la derrota del ejército mexicano. Al capturar al general Santa Anna, a la sazón presidente en funciones de México, le obligaron a firmar la declaración de independencia de Texas y bueno, que esto me está quedando largo, os imagináis la importancia de San Jacinto no solo en la historia de Texas, sino en la de Estados Unidos.

Además de todas estas cosas tan turísticas, en Houston hay un montón de alternativas de ocio (sobre todo si viajas con niños o adolescentes). Hay parques (el memorial, el buffalo bayou, el Sam Houston, con sus casas, el Hermann park...), hay un montón de zonas de juegos, parques acuáticos o parques de atracciones. Como hace tanto calor, todos los parques tienen una zona de juegos de agua y eso es algo súper molón. Nos gustó mucho, a C, a M y a mí. También hemos ido a patinar sobre hielo, al cine o a saltar en camas elásticas (poned, poned sky zone Houston en google y alucinad).

¡Se me había olvidado! Otra cosa que ver en Houston es el Water Wall, una fuente tan espectacular que es un muro semicircular  de unos 20 metros de altura por el que se desliza una cascada de agua de unos 42.000 litros al minuto (haceos una idea de la envergadura del murín).

También merece la pena, por diferente, ver algunas tiendas como cavenders (echad un vistacito también a su website), bass pro shops (una tienda museo, por llamarlo de alguna manera. Hay que verla, aunque sea muy de caza y uno no se sienta cómodo 100% rodeado de animales disecados), hobby lobby, en fin... Las tiendas son enormes... todo muy Texas edition.

Como cosas extraordinarias, un par: (i) Houston tiene una red de túneles que conforman una ciudad subterránea debajo del distrito financiero. Se entra por cualquier rascacielos y son pasillos y pasillos (más de 10 kilómetros), con sus rutas y señalizaciones, en los que puedes encontrar todo lo que hay en una ciudad... restaurantes, peluquerías, tiendas, kioscos, tintorerías... pffff lo que os podáis imaginar y (ii) esto no nos dio tiempo, pero hay un montón de murales en varios puntos de la ciudad. Mi hermana quería que fuéramos a hacernos fotos en ellos (parece ser que es habitual hacerlo). Houston tiene un distrito de museos alucinante y un montón de galerías de arte. Es una ciudad culturalmente muy activa y por lo que sé muchos artistas han decidido pintar algunos muros de la ciudad y es muy trendy ir a verlos y aprovechar para hacerse fotos coloridas delante de ellos. Vimos algunos en Austin, que también tiene sus muralillos (y en Austin fuimos a una zona grafritera y tuvimos ocasión de dejar nuestra impronta en una pared), pero los de Houston nos los dejamos en el tintero, nunca mejor dicho.

...

En fin, lo que he contado al principio. Muchas cosas que ver y que hacer en una ciudad 100% deslavazada. Me ha encantado conocerla y me encantaría volver y ver los murales y el otro millón del cosas que seguro que nos hemos dejado por el camino, pero solo lo haría en este plan de viaje. Con muuuuuuchos días por delante y con posibilidades de ir de un lado a otro en coche.

Tampoco me importaría nadísima irme allí a vivir, eh. Ni a mis pins. Hemos sido muy felices en Houston. Nos hemos traído un recuerdo maravilloso de la aventura, de la ciudad y de cada experiencia vivida.

y ahora puedo decir con total conocimiento de causa que, chicos, HOUSTON MOLA MIL.

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