desde la última vez...

...que escribí aquí han pasado un buen puñado de cosas. Todas normales, ni dramas ni maravillas-de-la-humanidad.

  • Un cumpleaños: el mío. Llevo un mes caminando por los 42. Podría quejarme y tal, pero la verdad es que superada la barrera mental del 4 me siento estupenda. Vale que ponerme unos patines me da un poco de susto, pero de momento es solo eso: susto.
  • Un viaje laboral a Italia que aunque laboral he disfrutado millonísimos. Italia es un país maravilloso y mi trabajo europeo me fascina. Hoy mismo he tenido una reunión en Madrid en relación con los proyectos que tenemos en marcha. Del viaje me quedo con las ganas de visitar -ya ves qué cosa, tú- la casa natal de Pavarotti (adoro su voz), pero como no íbamos de turisteo me tuve que conformar con pasar de largo, bajar la ventanilla del coche, olisquear el paisaje (básicamente humo de los coches) y pensar ostras, esto fijo que también lo vieron sus ojos, ya tenemos algo en común. En cuanto pueda volveré -a ser posible con los pins- y la buscaremos, como buscamos hace ya mil años Garden Lodge la casa de Freddie Mercury en Londres. Ja, ja, ja. No sé si les estoy transmitiendo cosas un poco raras a mis pins.

  • La firme determinación (y llevo un mes de cumplimiento feliz) de no comer carne (esto mola, porque dejé de hacerlo por exigencias doctoriles y, aunque nunca volví al filete of course, me ha costado un pelín renunciar a ese poco de pavo de la pizza de los viernes y sinsustancias así). Me gusta haber recobrado la voluntad en esto de la alimentación. Por si alguien se lleva las manos a la cabeza, no tengo traumas animalistas. Simplemente creo que yo vivo mucho mejor sin comer carne. Me siento bastante mejor y eso también mooola.

  • También me gusta mi nueva y cada vez más encaminada faceta de profesora de yoga. Las vueltas que da la vida. Si hace -no sé- ¿diez años? alguien me hubiera contado el lugar en el que estoy ahora me hubiera parecido una bonita ficción. Sigue pendiente el viaje a India. Claro, que de viajes pendientes tengo un barullo fenomenal.

  • No me gusta que mi vecina de arriba pase ahora mismo el aspirador. De hecho, me gustan pocas cosas de mi vecina de arriba. Nada, diría con la certeza de ser más precisa.

  • Llega el veranito. La verdad es que yo disfruto mucho de cada estación. Me encantan los fríos del invierno, el romanticismo del otoño, vaaaaale por la primavera vamos a pasar de largo, pero reconozco que queda muy pichi con las flores y los colores y el verano, adorísimo el verano y estoy feliz, feliz de que se esté poniendo en marcha. Tengo unas ganas horribles de que C&M acaben sus respectivos colegios. Qué ganas de poder pasar el tiempo sin madrugones, obligaciones, exámenes y todas esas cosas que les pesan como pianos de cola sobre la espalda. Y si encima barrunto mar... qué voy a contar.

  • Reunificación familiar: Hermanapequeña, cuñadísimo y madre han vuelto (dentro de aaaaarrrgggghhhhhh-un-poco-más-de-un-mes se vuelven a ir) de su aventura americana y lo han hecho con el pequeño S, mi penúltimo sobrino, al que aún no habíamos tenido ocasión de achuchar, y es taaaaaan adorable y tan tan tan espectacular que me ha vuelto a encantar ser tía. Hablando de nacimientos y emocionada por el que llega en octubre, mi primi B también ha tenido un chiquitín. Justo una semana después de mi cumple (gggrrrrrrr con lo que me hubiera gustado coincidir). Así que por este flanco, de lo más entretenido.
Y ahora que estoy disparada me encantaría seguir, pero hoy me he levantado a las 5:30h y tengo (i) una cena en el fuego y (ii) muchas ganas de cerrar el día y dormir.

Otro día más y mejor.

  • De libros y escribiditas ando remal.

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