montaña rusa

La semana pasada me comunicaron la muerte de un compañero de mi clase del cole y -además de la consternación inicial- he pasado unos días regu no por su muerte en sí, que también, sino por todo eso que se nos junta en la cabeza (y un poco más abajo, en el estómago) cuando recibimos una noticia de este tipo.

Me he sentido triste y apesadumbrada y a la vez sorprendida por toda esta pena. No era un compañero al que yo hubiera estado especialmente unida -de hecho, no había vuelto a saber nada de él prácticamente desde los 18 años- pero sí que es una parte de mí, como el resto de compañeros, y me he dado cuenta de que pasados taaaaantos años, son personas a las que inevitablemente y a pesar de todo me unen sentimientos de cariño.

De la bajada emocional infinita que me produjo esta noticia, subí a la ilusión de recibir el primer título de instructora de yoga. Me gusta dar clases y me ilusiona planificar -ya un poco más respaldada- los próximos meses. También me hace feliz todo lo que estoy a punto de empezar y disfruté mucho el viernes pasado, en la inauguración de una expo conmemorativa del Día Mundial del Alzheimer, que se celebra hoy. 

El fin de semana ha resultado muy tranquilo. Trabajo el viernes (trabajo que adoro, así que no cuenta como horror), yoga el sábado, comida de chicas included, y casa el domingo (pelis, pelis, muchas pelis). He organizado el patio y he desayunado en él, feliz de solecito agradable de septiembre. Eché millones de menos a C y M. Normalmente no soy una madre agónica nosinmishijos, y estoy bastante bien cuando no están en casa pero reconozco que estos días sin verles se me han hecho un poquito cuesta arriba. Será la montaña rusa. Afortunadamente todo llega y ya los tengo aquí, cerquita, enfurruñados los tres con nuestras cosas generacionales. 

Ente unas cosas y otras la semana pasada pasé muy fuerte de correr y me enfrento -ahora, dentro de un rato- a una carrerita que me parece que va a resultar bastante desgarradora de pulmones. No me apetece ni pensarlo, pero como no haga de tripas corazón y me ponga a ello estoy a un paso de abandonar for good.

Y así voy. Disfrutando de estos días de final de verano (querido Umbral) y deseando que llegue octubre con todas sus cosas nuevas.

...

Me gusta escribir.

Y me sirve.

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