blue

Así ando, como de lluvia. Mañanas como cuestas. Ansiedad de mil pares de tigretones. Altibajos formidables (ahora bailo, ahora uf). Pocas ganas de hablar. Pocas ganas, en general. Tareas que se amontonan y menos mal que ayer me sentí un poco normal.

...

Os cuento.

Hoy me he despertado intensita y en este vaivén de emociones mañaneras, ya digo, grisillas como de tarde de lluvia, me he preparado el tecín de sin-él-no-empiezo-el-día. Ahí estaba, dando vueltas por casa pequeña sin hacer ruido por no despertar a mis pins y qué hago pues voy a escribir un rato, a ver si me entiendo o algo.

Como tengo un máster del universo en ser una sinplan, escribo estas entradas por puro impulso. No las premedito. De repente pienso algo y ostras, voy a escribirlo. Me siento, lo escribo, le doy a publicar y a otra cosa.

Total, que me he sentado delante de la pantalla y he empezado a escribir unas ideas interesantisísimas pero -sinceramente- no para compartir en un blog. Contaba reflexiones de ayer, recién salidas del horno, sobre encajar, lo que consideramos ser normal o no, mis gustos (tan diferentes de los gustos de los que me rodean), lo que viene a ser un tostón formidable, que he terminado copiandopegando en un word para archivar en la carpeta ser intensa es muy cansao.

Lo guardo y me encuentro delante de la página ésta que se ve que me espera en blanco y por lo del horror vacui y tal me he puesto barroca y hala, vamos a recargar bien este espacio, que no quede un hueco sin su curva y su dorado. Así, de paso, cubro también este paréntesis de mañana de domingo laboral, que no tardando mucho toca vestidito y actividades culturales varias hasta bien entrada la tarde.

Y así me tenéis. Entre el desasosiego y el trabajo que qué bien me viene hoy para no pensar de más.

Feliz domingo a todos.

So long.

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