las semanas y mis cosas (VIII)

Desde la última vez que conté ha pasado de todo y todo –así, en líneas generales- bueno. Lo más destacado… decir adiós a mi former house y hola a casa pequeña, con todo lo que eso conlleva de ansiedades y montones que recolocar. Aún así, no se paró el mundo y encontré tiempo para caminar, ir al cine, comprarme un par de vestidos únicos y estrenar uno de ellos, cocinar (voy bordando las albóndigas y el arroz con calamares y gambas) y retomar el saludable hábito de librerear. Últimamente he comprado varios, interesantes y entretenidos. Para tener un poco de todo, de pensar, de aprender y de pasar el rato.
Así que ahí me tenéis: intentando comer bien, hacer ejercicio, salir a la primavera y quedarme en casa leyendo. De lo de leer, la verdad es que –debe ser por las ansiedades- estoy en fase novelitas para pasar el rato. No doy para sesudeces. Pero la verdad es que me hacen bastante feliz.


Y poco más, voy retomando poco a poco las rutinas y los días. Las salidas y los ratos de sillón. El trabajo y los paseos por la montaña. También vuelvo a los planes, como la tarde de museo arqueológico que pienso regalarme no tardando mucho o el qué meter en la maleta para el viajecito a Italia de dentro de unos días. Total, la vida que sigue con sus cosas y las mías y el montón de sonrisas que me está regalando últimamente. Y hablando de sonrisas y felicidades, ayer resultó ser mi último cumplemeses de los treinta... Ains.

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