las semanas y mis cosas (IX)

Escribo esta noche desde la terraza de casa pequeña. Una terraza tan mona, que hasta parece que oigo el mar si miro a mi derecha. 

Tengo a ordenar sobre la mesa, acompañado de sus amigos cuaderno, bolígrafo y taza de té. Si estuviera dentro, me alegraría la vista una ramita de lilo que cogí ayer a la vuelta de un agradable paseo por la orilla del embalse, extra rebosante de agua y -horror- bichos primaverales de todos los tamaños y formas posibles.

A Miau no le dejo mucho salir. Aún está aterrizando y me temo una escapada en toda regla, de esas de desaparecer para siempre jamás. Nos quiere, pero no deja de ser un gato con sus instintos y superioridades morales. El caso es que me mira desde el otro lado de la puerta que da a esta mesita desde la que escribo hoy.

C&M están en la habita jugando y en sus cosas. En ese universo paralelo que crearon y en el que les gusta tanto estar. Dentro de un rato entraré a lo elefante y me uniré a sus cosas. Supongo que acabaremos leyendo juntos el segundo tomo de la historia que tenemos a medias, que desde los previos a la mudanza no me he atrevido a abrir.

De esta semana, me ha gustado la improvisación por Madrid ante la absurda cola con la que nos encontramos -diría que en la puerta, pero daba la vuelta al edificio- en el museo arqueológico. El plan b nos dio una paseín por la gran vía para terminar en el templo de Debod. Ellos jugando en el parque, yo hablando (por fin) con mi amiga M, que ha llegado de Australia para casarse y a la que tengo que ver antes de la boda sí o sí y la boda es ya. La conversación fue muy alegre, como es ella y como manda la ilusión de que esté otra vez aquí.

También me gustó ayer. Fuimos de compras. C quería ropa (y oye, yo que soy antivamosdecomprasquéplan me hice con un par de cositas monas que me quedan requete) y M cómics. Así que fuimos a por un par de esto que queríamos mercar y nos metimos en el cine. Me encanta ir al cine a la hora de la comida. Me encantan los cines vacíos. Vimos los Muppets, que es como se llama ahora a los teleñecos (por cierto, me apunto escribir sobre estas modas que nos llevan a los muppets, los brackets, los muffin y los selfies y así, entre nosotros, nos convierten un poco en stupid). 

La peli... una cacadevaca. Y nos lo pareció a los tres. O sea, que no es cosa de viejecilla sin sensibilidad. Es mala y punto.

Compras, comida relámpago, cine y paseo campestre. Cena y dormir con M, que es algo que me fascina. Gran día también.
  
Y toda la semana regada con unos cuantos libros de esos de misterio y policías majetes y otro par de temas más serios, meditaciones varias y relajarme cocinando: las judías blancas con judías verdes ya entran en el olimpo de las recetas-de-Lucía-que-un-día-tengo-que-hacer-públicas. 

Barrunto otro blog.

También me ha dado tiempo a adornar casa pequeña, a salir dos días a caminar por la montaña, que con las jaras casi en flor es muy inspirador, a aburrirme, a no ver la tele, a pensar, a colocar, a acordarme mucho de las cosas y personas de mi vida (esto es claro preludio de lo que me espera hasta que asimile lo de los cuarenta), a refunfuñar, a reírme, a ser muy feliz y disfrutar mucho de todo y en general a pasar muy buenos momentos. 

Mañana no trabajo y eso es bien y me anima a meterme en la cama con la intención de trasnochar y terminar el libro de marras, que no es bueno pero y qué.

Ando contentilla barruntando blog y verano. Con la cabeza ya en el mar, pasando antes por Italia, por los cuarenta, por un par o tres plenos, por muchas tardes de pins, por unos cuantos libros, una boda, otra, comidas divertidas con compiamigos, paseos diarios al cole, estudiar con ellos y escribir siempre y sobre todo.

Pasad una buena semana y un feliz abril. Yo haré lo propio.

Muchos besos y más sonrisas.

Comentarios

Vicen ha dicho que…
Por partes. Muy bien lo de la tacita de té. Pero así nos va. Las infusiones, facilitan el lirismo y esa laxitud tan relajante al escribir. Pero estamos perdiendo la fuerza narrativa que solo producían un par de Ducados, de los que daban carraspera y un par de coñacs.
Hace ¡40 años (los tuyos), alguien denunció que, en los aparcamientos madrileños se leía "parking, stop, recoja ticket". Tras 40 años, lo increíble es que utilicemos algún término en español.
Por último, daré el beneficio de la duda a tus habilidades culinarias, pero debes reconocer que así, a priori, "judías verdes con judías blancas" es algo de lo que hay que desconfiar porque además, literariamente, parece el título de una novela escrita por un ama de casa de Idaho. Pero,en fín, aceptémoslo porqué me temo que cosas más sorprendentes vas a escribir como recetas. Eso si, te ruego no titules el log como "el almuerzo del elfo", "vainilla y albahaca", " cocínalo con flores", o "las recetas de la huerta de la abuela Violeta". Please. besazo.

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