las semanas y mis cosas (IV)


Ésta que acaba ha sido la semana de querer mucho y poder poco. Aún ando con el ritmo cambiado y cada pasito es muy cansado-pesado. Aún así, he pasado momentos buenos, como esta tarde lluviosa de domingo de pasear despacito siguiendo el curso crecido del manzanares o la cena deliciosa de patatas a lo pobre. Entre medias, cerrar episodios feos que aún seguían abiertos, que también reconforta y descansa.

Me encanta salir de casa y viajar en dos pasos a los árboles, los ríos, las piedras y los caminos de arena. Respirar aire que huele a invierno. 


También he sido feliz cosiendo el disfraz de C. Sacar una falda de mujer maravilla de un pedazo de tul ha resultado muy terapéutico y ya que le quede bien... otra prueba superada de ese #soymamá que tan bien me queda de vez en cuando. 

He seguido leyendo las Clases de Literatura de Cortázar hasta casi acabarlo (vamos, que ahora en cuento deje de contar esto hago el contraportadazo). Ya escribiré al respecto cuando toque, pero adelanto que ha resultado muy muy inspirador en muchos aspectos. Tambíén he visto Full Monty, que como estoy tan sensible me ha hecho mucho llorar, y millones de capítulos de The big bang theory, que descubrí hace relativamente poco y me sirve mucho para transitar este camino lentorro hacia la salud plena con una sonrisa.

No sé qué día de esta semana le hice a M bacon de desayunar. Desde Fuerteventura le llamamos "el beicons" y quise traer un poquito de hotel a la casa. Llevé a C a la parada del autobús, y al abrir la puerta de regreso zas, un olor de esos que transporta. En este caso a Inglaterra, 1998.

Y poco más, la verdad. Me temo que esta entrada arrastra un poco del mood con el que he vivido esta semana, que ha sido cansado. Pero tranquis que estoy bien. Con ganas de bailar y tal. Es sólo que el cuerpo y el cerebro aún no se han alineado y voy mucho más deprisa de cabeza de lo que el cuerpo puede correr.

Nada que no se cure con unos cuantos kilos de menos y unos cuantos tiempos de más.

Feliz nueva semana a todos, ¡que nos regalen muchas sonrisas!

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