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Mostrando entradas de mayo, 2013

estrésssssss

No es bueno comenzar el fin de semana con esta ansiedad. He planificado tan mal el viernes que parece un mal lunes. Ando alteradísima y, lo que es peor, hoy toca estarlo hasta la pizzapeli. El nudo en el estómago y el relojimaginario tictactictac que me acelera porque no llego me desorientan, tan organizada soy que esto de hoy marea. Nada que ver con la tardenoche de ayer, en la que disfruté del jazz, Szymborska, incienso y la soledad de mi salón a media luz. Me encantan esos momentos de llegar a casa no agotada y con ganas de leer o escribir o algo más emocionante que tirarme en plancha a la cama y quedarme frita con lo puesto.

lugares que sí (I)

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Un lugar que desde luego sí es el bosque de oma. El bosque y la verde inmensidad que lo rodea. Yo que soy muy de verde y muy de mar disfruto a rabiar del norte. La cornisa cantábrica me hace feliz, como me hace feliz Inglaterra y -más allá- Escocia. El bosque de oma es una idea sonrisa de Agustín Ibarrola. Un lugar al que se llega después de un paseo fenomenal por un sendero que cruza un bosque de cuento. Árboles de cuento, florecillas de cuento, frutos del bosque, olores de bosque, sonidos de bosque. Todo muy frondoso y todo muy mágico. Y cuando piensas que eres feliz, zas, llegas a esos árboles pintados que son una alegría para los ojos y para la mente. Quieres hacer fotos, pero luego piensas que casi mejor no. Nada de lo que salga en el papel puede ni siquiera llegar a hacerte recordar las sensaciones tan especiales que se sienten allí, en medio de todo aquél misterio de colores. Después del baño de felicidad, sigues el camino hacia el valle y de todas las cosas d

as promised

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El fondo tan fucsia no permite apreciar la delicadeza de mi bailarina, pero que es delicada lo aseguro. Delicada a pesar de estar hecha con materiales que nunca diríais que lo son. Las piernecitas son alicates de taller, el cuerpo un portasellos de oficina y el tutú una funda de chirimoya de frutería. Como todos los días pasan cosas buenas, uno de los de la semana pasada la bailarina -parte de reclassement , la última expo que he organizado- llegó a mi casa envuelta en papel burbuja.   Una de las cosas que más me gusta de mi vida actual es la posibilidad de pasear por el bosque de la creación. Un bosque encantado, en el que sus habitantes se dedican a idear y a crear. Y no sólo me refiero a artistas plásticos. Los hay que crean juegos cibernéticos, los que usan las palabras para crear. Los que crean con los ojos y una cámara. Los que crean con su expresión. Los que lo hacen a través de la música. La verdad es que soy afortunada. Tengo que acordarme de cosas como ésta

los días que vienen

Tengo bastantes planes e ideas que poner en marcha en estos días que llegan tan a lo suyo. Un cursito de cupcakes con las chulis, unas cuantas exposiciones (una de ellas con pins), preparativos para la boda de mini, recicladitas varias (miles de botones me esperan para convertirse en cortina), una columna jónica de libros, escribir la historia ficción de Serafín Encabo Salazar, cienes de planes y reuniones laborales, todo muy enérgico y primaveral, que luego llega el verano y la calma chicha de los cuarenta grados. Así que los días que vienen se presentan llenos de proyectos y eso, amigos, es bien. En los últimos días despertarme y saltar de la cama es bastante correlativo para lo que suelo ser. Estoy con ganas y fuerzas y planeo, proyecto y ejecuto con bastante buen ritmo. Y en esta vorágine, ando a la caza de lucimomentos. Ratos ajenos al planeta de la obligación, en los que dedicarme la mejor sonrisa y un poco de paz. Hoy sin ir más lejos puedo tener una tarde zen. C

hoy me ha dado por aquí

Tengo una cosa dentro que me atormenta desde hace un tiempo y tiene que ver con la condición humana. Seguro que desde fuera yo soy mala malísima y hay quien piensa que todo lo que voy a escribir es aplicable a mí. Por supuesto, lo negaré hasta la tortura de la gota de agua porque yo me veo mona (of course) y sobre todas las cosas, buena. En esta vorágine de vida y relaciones andáis  muy suspicaces. Me parece muy necesario frenar y empezar a mirar con ojos buenos a las personas que nos rodean, que al fin y al cabo no es que formen parte de nuestra vida, es que la van formando. Esta mañana -por supuesto a propósito de un recuerdo- pensaba en estas cosas y en la importancia de la humanidad, de la sensibilidad en nuestras relaciones personales, y en lo poco común que resulta encontrar personas que muestren una pizca de estas dos cosillas tan importantes.   Sin embargo, cuántas veces somos espectadores de maldades, de chismes, de mentiras, de personas que se sienten superior

mi regalo

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Me he regalado tres días de playa con pins. El lugar elegido ha sido Gandía. Muy valenciano, muy de mi infancia, muy agradable y mucha playa. No podía haber elegido mejor. A pesar de las dudas de meteorólogo, el sol ha lucido y hemos disfrutado de arena y mar. Increible la playa tan laaaargaaaa y vacía. El agua estaba lo suficientemente fría como para que a mí me llegara sólo a las rodillas, pero hay dos que ya han estrenado verano.   Ayer, mientras miraba al mar y olía el mar y escuchaba a mis dos sentada en la playa, fui tan feliz que hasta me imaginé trasladando mi residencia allí. La verdad es que yo soy más de playas agrestes y escondidas, pero Gandía fuera de temporada es una maravilla y supongo que evitando el paseo marítimo durante julio y agosto debe ser una ciudad muy agradable en la que vivir. De vuelta a la lluvia, tengo a gato tristón. Nos fuimos sin avisar y el pobre ha debido pasar el fin de semana sintiendo la ansiedad de sentirse abandonad

El año del tatuaje

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A las 22:00h de ayer, martes 14 de mayo, quedó oficialmente inaugurado el año del tatuaje . El evento -organizado por la comisión de festejos de casa luci - contó con la asistencia de las figuras más destacadas de la escena familiar de la denominada zonasierra. El conmovedor acto fue precedido por una encantadora visita a la capital, en la que la homenajeada se autoregaló una taza de cerámica y 700 grs de diferentes tipos de té. En una larga entrevista con ella, nos ha revelado los detalles más importantes del día.   "La jornada comenzó temprano. Hacia las nueve de la mañana llegaron los primeros técnicos, encargados de acondicionar las zonas verdes (desbrozar y matar arañas básicamente). Mientras comenzaban los trabajos, recibí el regalo de mis pins: una cesta rebosante de productos ecológicos y tres libros y un faro. Una vez abiertos todos los paquetes e intercambiadas las amorosas y mutuas muestras de cariño, se inició la primera sesión fotográfica, se

bday

Madredelamorhermoso me acerco al terror de los cuarenta. Y lo que es muy mal: idealmente estoy en lo mejor de los veinte. Supongo que esto va así. Que la percepción que tenemos de nosotros nos confunde, porque está claro que con esta tormentosa edad tendríamos que estar haciendo bolillos y no pensando en tirarnos a lo croqueta por las dunas de Monsul. Pero no. Yo hago la croqueta y me levanto un poco vomitona y desorientada y sin muchas ganas de volver a subir corriendo duna arriba y ganar a los pins. Pero lo intento y el culo va y pesa y las piernas que dicen que no. Y ostras me ganan y me quieren ayudar y yo echo la culpa a esta falta de sangre, pero sé que más bien es que tengo una abultada historia en la mochila. El martes cumplo treinta y nueve años y unas cuantas vidas. Porque los años nos van llenando de vidas. Está la vida primera, muy llena de retazos y visiones y cosas que nos han contado. Luego la del cole, que en mi caso abarca hasta los 18 y sobre todo est

madrugar me mata

En la clasificación humana que nos divide en diurnos y nocturnos yo soy definitivamente b. Produzco más de noche. Soy más activa. Más pichi. Más mona. Más lectora. Más escritora. Más simpática. Más todo y todo bueno. Esta maravilla del mundo tiene su oxímoron en las mañanas siguientes. Las mañanas torroja hoynomepuedolevantar . Las mañanas del humor terrible. Las mañanas en las que sin rubor digo no sé ni cómo llegan los pins al cole. Si no fuera por una fuerza sobrenatural que -entre nosotros- no sé de dónde sale, los pobres serían mowglis. Ahí, sobreviviendo solos en la naturaleza desordenada de la casa. Aunque, pensándolo bien, serían mowglis si fueran diurnos. Lo peor es que no lo son y la falta de ese despertador humano es un tremendo bache en mi infinito camino hacia la perfección maternal.   Conociéndome, pongo no menos de tres despertadores lo suficientemente alejados de la cama como para imponerme la obligación física de levantarme (no hay nada más perturbador que

abrillibros

No es que sea anti-tecnológica. Es que me da igual. Utilizo el ordenar como herramienta de trabajo, información, comunicación o entretenimiento y basta. Ni me entero de los píxeles, ni de los gigas, ni de la memoria ram. Me resultan tan rollo como los coches. El coche te lleva (próximamente -ya hay reservas de por medio- a la playita, mmm...) y no necesito saber si es ford o tiene caballos. Vale que lo del coche es diferente desde que soy damisela en apuros. Tengo que poner las bombillitas de las cortas y revisar todos los líquidos y gestionar lo de los seguros y al fin y al cabo hay que tener cuidado, pero el ordenar... El ordenar es rollo. Quien dice ordenar dice smartphones (ay que o sea, ¿no?) y tablets y cosas muy en inglés. Cosas, digo. Si sólo fueran cosas. Son seres que van conformando un mundo monstruo del que aymeda  me quedo fuera. El planeta del progreso. Si fuera soy buuuu. Si dentro bocamoscas.