lugares que sí (II)

Nueva York.

Reconozco que llegué a Estados Unidos con la demoledora mentalidad pueblerina que nos infiltra el viejo mundo.

Nueva York.

Reconozco que mi posicionamiento anticonsumo no ayudó a mejorar la perspectiva a lo largo de mis paseos-disney-world.

Nueva York.

Reconozco que mi primera impresión estuvo cargadita de tópicos y una indiferente sensación noesparatanto.

Nueva York.

Y de repente me asomé a la terraza del Empire State (no pudo ser en un sitio menos típico) y Nueva York.

Todo cambió en ese momento nocturno en el que de repente nunca había visto nada igual. Me quedé prendada de la ciudad. Quise ser americana. Tuve la seguridad absoluta de estar en otro mundo. Desde ese momento mi perspectiva y mi viaje cambiaron.

Es una ciudad espectacular -ya sabéis, de cine. De cine y de paseos, de cultura, de bicicletas, de vida, de noche y de día, de un ferry a Staten Island, de bajar a Battery Park en una manifestación de apoyo a las mujeres enfermas de cancer, de librerías, de plazas, de callejones y avenidísimas, de central park y john lennon y de claustros (ay) y de música.

Están los ríos, la estructura, las referencias de nuestras vidas, por supuesto. Las prisas. La estación central y Alex el León.

Museos, restaurantes, Broadway. Walt Whitman en los muelles. Flores. Todas las tiendas. Fotos. Humo que sale de las alcantarillas. Frank Sinatra.

Por supuesto es una ciudad a la que volver. Y yo pienso hacerlo en cuanto pueda. A la ciudad y al país, del que me enamoré por extensión. Lástima de fotos que no hice/tengo para el recuerdo. Pero qué alegría de paseos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Te recomiendo especialmente la vista desde el Rockefeller Center, es más bella que la del Empire. Inolvidable para los que han estado en el "top of the Rock"
Lucía. ha dicho que…
Ojalá pronto...

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