tristinilla
Ayer resultó agotador.
C se me fue a Bath y aunque aparentemente todo estaba en pre-organizado y súper-planificado, según se acercaba la hora del avión se fueron acumulando contratiempos tan inmensos que acabaron con las dos corriendo a toda mecha por el aeropuerto.
Resultó prueba superada, eso sí, a costa de un imprevisto cambio de rítmo cardiaco que me ha regalado una noche pesadilla de sueño superfluo e intensto dolor de cabeza.
De lo de ayer, lo más reseñable fue ese momento único en el que -oh oh no sabemos por qué- la maldita puerta de casa no se abre.
mami, mira, así las abren en las pelis (pumba)
M bonito, quedate aquí un poquito quieto y callado que me estoy poniendo nerviosa
He perdido mi rosa del desierto buaaahhhh. No quiero volver al coleee
M de verdad, que estoy nerviosa... mierdapuerta no se abre
El otro día a mi amigo alex le robaron el cuaderno de lengua y luego se lo encontró metido en el baño. Son los de primero y segundo bueno y también unos de la eso. Abren todas las mochilas y cogen lo que quieren y a mi amigo alex también le cogieron un slinger y no nos
M calla por diosssss. Métete en el coche, anda. Así no te mojas (y no me estresas más)
De verdad de verdad de verdad por qué me pasan estas cosas. Venga mierdapuerta abrete (patada) (puñetazo) (patada) (ganas de llorar) (frío)
Mami, qué es lo que tengo que buscar en el coche
...
A dos minutos de salir hacia el aeropuerto la puerta cerrada y el dinero inglés en casa. Afortunadamente vivir en un pueblo agiliza mucho las gestiones y no tardó nada en llegar F, con su destornillador.
Pues sí, la puerta no se abre
Ya
Y estooooo ¿ha pasado antes?
No
...
Qué extraño, y ¿dices que no ha pasado antes?
No
¿No te habrás dejado el cerrojo puesto por dentro?
... (gesto de impaciencia ante la absurdez de la pregunta y el tiempo que tictac)
Pues no se abre
Pues por eso te he llamado. Vamos a ver, mi hija se va a Inglaterra, tengo dentro el dinero, necesito entrar... rompe-la-puerta-o-algo por favor.
(llega C corriendo)
mamimamimamimami que no llegamos que no llegamos que no llegamos ¿vamos ya?
A ver si puedo hacer algo
Afortunadamente pudo. Entré a toda pastilla, cogí el dinero, salí pitando (todo en centésimas de segundo)
Señoooraaaaa
Me tengo que ir, haga lo que quiera. Me da igual todo no lleeegooooooo vaamoooosssss C
Señora ¿Y la puerta?
...
Llegamos los ultimitos y acalorados. Aún así, C estaba radiante y feliz. Se abrazó a sus amigos y a pesar de mis inspiraciones y el flato pude disfrutar de ese momento terrible de la despedida en el que la hija es feliz y la madre... madre.
Y así ando hoy. Un poco nidovacío y tristinilla, pero feliz porque me la imagino haciendo de las suyas en mi país de las maravillas.
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