violetas

Violetas llevaba Umbral cada 13 de febrero a la tumba de Larra.

Violetas me gustaría llevarle a mí a Umbral, pero por más vueltas que he dado, no he encontrado dónde.

Violetas es romanticismo.

Violetas tiene una tienda en la que escapar del loquierotodo de cada comienzo de año. 

Como podéis imaginar, ayer estuve allí. Volví porque hace días olvidé llevarme unas violetas escarchadas, que recomiendo con entusiasmo como alternativa al caramelo. Puro azúcar y al final... violetas.


Otra lindeza que os recomiendo es el chocolate negro con pétalos de violeta.

Y así podría seguir hasta acabar con las existencias. Mejor paro y os cuento dos librerías, en las que también estuve ayer.

Una, en manuela malasaña, se llama cervantes y cía. Es nueva y acogedora. Tiene la ilusión de las cosas que empiezan y espero que perdure, porque me gustan los continentes de libros. La otra es tipos infames, más concurrida supongo que por el toque que le da el poder tomarte un vinín mientras hojeas libros o paseas por una muestra de dibujos. Ésta última vive en san joaquín. Las dos en pleno centro-metro-tribunal.

Por supuesto cayeron libros.

Libros y violetas.

Qué gran tarde.

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