viejunadas

A veces, una situación sin sal consigue que el paso del tiempo me aplaste de forma más violenta de lo que es habitual.Lo mismo no es violenta la palabra más acertada, pero es la que ha salido y tampoco describe mal el tambaleo.

Hoy ha sido adecentar una trona, que es ese mueblecito en el que sentamos a los bebés a comer. Cuando nació minimet, yo le ofrecí gustosa a meteorólogo todos los artilugios que me habían servido con mis pins, sin darme cuenta -hasta que me puse a pensar y a rebuscar- de que ya no me quedaba ninguno, salvo una trona que desmontada aún les sirve para sentarse de vez en cuando.

Con esa cosa de ayudar les ofrecí la trona, y ahora que empiezan a necesitarla la he rescatado y le he echado un agüita por lo de las telarañas del tiempo que pasa.

Ahí he sentido el golpe. Limpiando un artefacto que hace ¿12? años era modernismo puro y que ahora parece una pieza de museo etnológico. El tiempo no solo pasa por nosotros, también devasta las cosas que no rodean. Y sólo nos damos cuenta de ello cuando las sacamos de nuestro mundo y pensamos en la utilidad y funcionalidad que tendrán en su nueva casa.

Así que he decidido comprar a minimet una trona sideral y en condiciones adecuadas a 2013. Recuperaré el objeto grandote y tristón que ha salido hoy de casa, tan pichi en las fotos de mis pins bebés, pero tan incongruente en cualquier foto de ahora. 

Se acerca el primer cumple del chiquitín, y la tía cuarentañera (que el paso de treintañero a cuarentón es mal) le va a regalar una hermosa y monísima sillita para comer y tal.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
al minimet como a meteorólogo, le encantufla todo lo retro y vintage, y más si aún guarda el aroma de sus primulines..así que no quieren nada de moderneces que duran poco y tienen menos alma...

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