cosas de madrugada

Me ha despertado la madrugada con la idea de un poema. Y estas ideas, tan caras por escasas, hay que cogerlas al vuelo. Así que ando arrastrándome de sueño y con ganas de otro té bien cargadito.

El resultado del desvelo... dos versos.

Así visto parece que qué absurdo el madrugón, pero sólo así visto, que la satisfacción de que un cuaderno mío los contenga es una felicidad.

Si logro algo más que estos dos versos, daré saltitos en nubes. Si no lo consigo - no sería la primera vez- habré creado una frase perfecta.

Y eso es mucho.

El otro día me preguntaban si tenía intención de continuar esta carrera política de 4 años de distancia y dije que no. Una respuesta contundente que impresionó a la preguntona y me dejó a mí pensando en su siguiente duda: ¿no tienes ambición política? pues no. Y ahí he estado varios días dando vueltas a mi falta de ambición y en si es verdad que no la tengo. Profesional no, eso lo tengo claro desde que cambié el bufete por un fish and chips. Personal sí, estar tranquila. Y entonces, ¿se puede vivir con tan poca cosa? Todo este diálogo interior de varios días terminó una cosa bastante rimbombante: mi ambición es la belleza.

Y a partir de ahí, el mundo.

En fin, que he hoy creado belleza y me siento muy feliz.

Comentarios

Mar Del Rey ha dicho que…
Crear belleza parece algo muy grande para alguien sin ambición...
Salu2 y ánimo
Lucía. ha dicho que…
Ey! Si ambición tengo... la belleza. Sólo que es bien poco profesional!!



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