en el museo

“Había un vez una chica que no se quería casar y decidió que sólo lo haría con el chico que la ganara en una carrera. La chica se llamaba Atalanta, y era muy muy rápida. Todos los chicos se querían casar con ella, pero ninguno era capaz de ganar la carrera, así que Atalanta vivía feliz.

Había un chico que quería casarse mucho con ella, pero sabía que nunca la ganaría. Un día, su madre, que era la diosa del amor, le dijo

Hijo, sé que amas a Atalanta. He estado pensando y creo que con estas manzanas de oro podrás ganarla.

¿Cómo?, contestó el chico, que no me acuerdo como se llamaba, pero empieza por H.


Tira una al suelo cada diez metros (es que la carrera era de cuarenta metros)

El chico hizo caso a su madre. Empezó la carrera y justo cuando Atalanta le iba a adelantar tiró la primera manzana, la de los diez metros. La chica se paró para recoger la manzana. Lo mismo ocurrió cuando llegaron a los veinte metros y a los treinta. Cada vez, el chico tiraba una manzana y ella se paraba a recogerla. De esa forma llegaron a la meta casi a la vez. Y ganó el chico, porque justo cuando iban a entrar a Atalanta -que corría con las tres manzanas de oro en los brazos- se le cayeron las manzanas y paró una última vez para recogerlas.

Así que se casaron.

Y después Zeus los convirtió en leones y Cibeles los puso en su carro para que no dejaran de estar juntos y son los leones de la cibeles”

Esta historia nos contó ayer C después de

Mami, mami... éste es el cuadro que más me gusta de todo el museo


¿Éste?

¡Sí! Es Atalanta y ése es el chico de las manzanas. ¿Te cuento la historia

Sí, claro

Y los tres nos sentamos en un banco muy atentos a la historia que C nos quería contar. Cuando acabó volvimos sobre nuestros pasos y nos quedamos delante del cuadro.

Hipómenes, eso era – dijo C después de leer la leyenda.

Ya salíamos del Prado cuando ocurrió esto.

Antes, C se había sorprendido de lo grande que es “Los fusilamientos del 2 de mayo” - pero mami, ¿éste es el que pintó él de verdad? ¿con sus manos y eso? ¡qué grande! ¿y cómo es tan grande? Yo pensaba que era así... y M había decidido que a él le gustaba “La carga de los mamelucos”, así que los mamelucos eran los soldados de Napoleón... mmm a mí me gusta el de los mamelucos el que más, mami.

A mí lo que me gustó fue escucharles y verles y dejar que me llevaran de paseo por el museo del prado y lo espectacular que es verlo todo a través de sus ojos.

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