mi espacio exterior

Hoy a las 12:00h necesité respirar y cogí el coche para llegar, en dos minutos, al planeta de la tranquilidad.

En el planeta de la tranquilidad el sol calienta y el viento no deja que nos queme. En el planeta de la tranquilidad puedo quitarme los zapatos. En el planeta de la tranquilidad invariablemente acabo sonriendo.

Y allí sentada, rodeada de los sonidos del planeta t, he vuelto a reordenar las prioridades, a organizar los frentes abiertos, a tomar decisiones.

Esto es lo que quiero y lo quiero así. Mmmm.... esto no, de ninguna forma. Me encontraba tan bien con los ojos cerrados y el sol calentando mis mejillas que por un segundo casi me quedo allí a vivir.

Por un segundo, porque al cabo de un tiempo, con los pulmones llenos de ese aire que me había faltado antes y la cabeza llena de responsabilidades, he emprendido el camino de regreso. El paseo hacia el coche ha sido estimulante. Caminaba con bastante firmeza. Me sentía bien.Veinte minutos en el espacio exterior centran.

Lo juro.

Entre estas cosas y otras (ay), hoy he pasado un buen día. Ahora descanso leyendo y escribiendo y escuchando bajito un piano, alumbrada con velas. No estoy en el planeta t, pero tampoco me importa.

Me gusta cómo me siento.

Comentarios

Molando voy

Las buenas acciones y sus consecuencias

hablar

frases de pared