la llamada de la selva
Pasado mañana yiiiiiiiiiiiijaaaaaaaaa me pirovampiro a Londres, así que ahora estoy en la fase de superar esos asuntillos previos de mala conciencia maternal, pánico a las alturas, fobia a los lugares cerrados, la noche en blanco noseaquepierdaelmalditoavión y mil otras bobadas que se os puedan pasar por la cabeza.
Me reanima saber que son eso, bobadas, y que en cuanto pise –no sé- Gordon Sq (si es que si es que) me brillarán los ojitos.
De momento, entre la lluvia de fuera y esto (que ya no me puedo quitar de la cabeza) me voy haciendo a la idea.
Por cierto que qué grandes los clash!
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