qué mierda

A mi tía Mamen -la que me regalaba libros de Gloria Fuertes- le diagnosticaron hace cuatro meses un cáncer chungo que la ha catapultado con carácter preferente y urgente a unas cuantas pruebas, varios diagnósticos, citas con cirujanos, coordinadoras de cirujanos, radioterapeutas, quimioterapeutas y algún otro que me dejo por ahí. Todo esto y por fin la citan el día 28 para contarle el protocolo de la lucha contra su enfermedad.

Mi tía Mamen, si para entonces está para estas bagatelas, votará en mayo a súper espe fijo, a pesar del desprecio que ha demostrado hacia los miles de ciudadanos madrileños que agolpan las listas de espera y colapsan -gracias a su sonrisa franca- pruebas y especialistas.

Me parece una soberana desfachatez por su parte que haga campaña así, porque a pesar de todas las condolencias (por supuesto, por supuesto) esta señora ya ha hecho su campaña electoral. Su valentía, su fuerza, su aplomo y su elegancia la hacen flotar ya en el espacio exterior y ¿quién le menciona ahora uno de sus puntos débiles? ¿quién le dice hoy que la sanidad que propone es deshumanizada? A ella, que ha puesto su vida en manos de un sanador público.

A mí esta puesta en escena me confirma que esta mujer es un maquinón así para empezar, pero como he escrito antes me parece un desprecio, una desfachatez, una falta de respeto hacia las mujeres a las que les está quitando una mamografía anual (mujeres del mundo -parecía decir- no dejéis de haceros revisiones periódicas... pero en samitas, porque lo que es en el área 5 que sean cada dos años, por favor, que con lo que nos ahorramos me da para varias recepciones con vino español y prensa), hacia mi tía que con un diagnóstico complicado lleva 4 meses de retraso en una operación que le debe salvar la vida y hacia todas esas personas con orejeras que han aplaudido su lección magistral de demagogia.

¿No podía haber sido discreta? ¿Haberse operado hoy mismo sin un titular, sin un fotógrafo a las puertas de la clínica pública/privada y haber reaparecido en diez días? Si quería compartir con todos su congoja, ¿por qué no hacerlo después?

Porque lo de esta mañana vende. Vende su imagen y vende una sanidad lamentable pero que si bueno uf... si ella ha ido al clínico chico pues no estará tan mal (fijo que ahora hay leches por operarse allí. Somos así).

Lo dicho... qué mierda.

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