Para empezar el año con algo ligerito...

… escribiré sobre La tía Mame, de Patrick Dennis, seudónimo de Edward Everett Tanner III, un popular autor norteamericano símbolo de la bohemia de Nueva York en los años 50 y 60. El argumento de esta novela, publicada allá por 1955, no requiere pensar mucho: es la vida del narrador, que ¡ostras! se llama Patrick Dennis (o sea, primerísima – aunque ficticia- persona).

Lo que me gusta de este libro es el ejercicio de construcción de los personajes, sobre todo el de la tía excéntrica a través del que se articula la trayectoria vital de Dennis, que además refleja el devenir del mundo durante aquellos maravillosos años.

Además de la tía, que es un personaje realmente poderoso, la historia está plagada de secundarios entrañables como el mayordomo japonés, la amiga Vera, el apolillado señor Babcock, la rival sureña, Agnes o Brian O'Bannion, el parásito irlandés y poeta que hace de negro de Mame.

El libro se estructura en 11 capítulos que abarcan la vida de PD desde los 10 años (1929), cuando llega a casa de su tía, recién estrenada su orfandad, hasta la década de los 50 (posguerra) en la que ya es padre de un niñín que por lo visto se parece a él. A lo largo de estos capítulos, que son décadas, observamos cómo los personajes afrontan hechos históricos como el hundimiento de los mercados, o la IIWW. También nos damos un baño norte y sur o atisbamos el caldo antisemita previo a Pearl Harbor, pero no os engaño, todo muy de refilón, desde la extravagante perspectiva vital de una mujer muy poco convencional. Lo importante en esta novela es otra cosa.

No me acaba de gustar el comienzo de los capítulos (no sé si tendrá que ver la traducción, que por otra parte no me parece que sea mala) y tampoco me emociona el final (el último capítulo es una vuelta de tuerca que ya no sé si me interesa), aunque si el objetivo es sacar una sonrisa al lector, en mi caso, a veces, la prueba se supera.

El libro está editado por Acantilado. La primera edición es de septiembre de 2010, así que supongo que aún estará en todas las librerías, aunque con el nuevo lema editorial el que no corre vuela, lo mismo ya es un libro de ocasión.

Una lectura nada densa y amena, ideal para esos momentos de no tener muy claro a qué dedicar el tiempo.

Comentarios

Molando voy

Las buenas acciones y sus consecuencias

hablar

frases de pared