Otro día que es hoy

Me he despertado de madrugada y a escribir, y como el ordenador se quedó sin batería -qué pereza moverme de aquí- he alargado la mano hasta la pluma y el cuaderno que siempre llevo porsi y he continuado la tarea a la manera tradicional.

Es un cuaderno (o mil) de imágenes que utilizo en noches como ésta o para apuntar una ráfaga que no quiero olvidar o una frase que despierta un sentimiento.

Hoy, con todo el amanecer por delante y después de haber dado buena cuenta de la tinta violeta con la que escribo, me ha dado por leer estos retazos del pasado y me ha llamado la atención una frase que se repite como un mantra: "cada palabra cuenta", que ya no recuerdo de dónde salió (lo mismo hasta es mía).

Si alguna vez consiguiera acabar lo que empiezo os dejaría ver el resultado al que ahora creo que me llevarán estas tres palabras, que es la otra cosa a la que me he dedicado hasta que ha llegado el día.

Por cierto, francamente hermoso.

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